el arrebato del mundo
que sufre sin angustias
embarca con temblores
y aterriza

emana desde el sub
para evaporarse solo
dejando lo creado
cuando pisa

la desolación fluye mientras
se acercan las nubes
y nuestros otros se deforman
más hermosamente que
el espacio entre las luces

Propiedad Privada

Escriben y sellan, sellan con saliva
todo es mío, mío y no lo suelto
ven a venerarme, a gritos en lo eterno
en la cápsula que brilla sólo para adentro

con tu imitación de español que
lo que toca convierte en oro
dominaste las letras que
no eran tuyas ni de ningún otro

con tu fuego hundiste la palabra
que emergía de esa isla volcánica
la arrastraste al individuo
le diste sólo un sentido

pero hay las otras, las otras palabras
que no son tuyas
propiedad privada

Entre espacios de habla y habla
fracciones entre lengua y lengua
el lenguaje se hizo circular
sin atarse

Estruendosos movimientos lo atacaron
cortes kilométricos lo cruzaron
vacíos de sus escupitajos lo empaparon
y no pudieron desmembrarlo

Sus entrañas de víbora caníbal
ecos de una caracola con púas
cáscara rasgada por filos prolijos
sobreviviendo al entierro

Abandona tu espiral eterno
atrévete a quemarte vivo
desgarra tu belleza
y enmudécenos.

nuestros ombligos estaban unidos por el cordón umbilical, maravillosamente

Escalofrío

Recito sola
sola y en lo negro
cada vez que me congelo allá afuera
y focalizo esas palabras
que son repetidas
en el pozo sin fondo
en la caída libre

son mis sueños inútiles
(impregnados desde la muñeca al cuello
tachados con un tajo imborrable)
que anteayer fueron azules
ahora sólo la ausencia de tu olor.

se me contrae el útero
por la perdida
la ausencia de mi
en el cuerpo de niña

y la débil manía
de comerse completa
chilla en mis sesos
que cese

abandonar el abandono
de tu pieza perdida
de la cama vacia
del alma corroída

el nudo en la garganta me cortó las cuerdas vocales
ya no puedo gritar tu nombre
sólo rugidos pequeños dominaron mi cuerpo

la boca rasgada por mis uñas comidas y la rabia

los párpados se devoran solos
mientras arden en preguntas
que ahora se han perdido en mi cabeza
empapada